¿Podría funcionar nuestra avanzada sociedad contemporánea sin una logística a pleno rendimiento? Seguramente no, lo más probable es que se produjera un colapso económico casi catastrófico, digno de un blockbuster hollywoodiense distópico y con espectaculares efectos digitales.
La explicación es muy clara, la mayoría de los sectores económicos dependen a día de hoy de una logística eficiente, mientras que el crecimiento exponencial del comercio electrónico está convirtiendo al sector del transporte urgente de paquetería en un ámbito floreciente y altamente competitivo. Sin duda, se podría decir que se ha convertido en uno de los sectores económicos que están “de moda”.
El concepto tradicional de logística está dando paso a un negocio muy innovador, como consecuencia de los profundos cambios que se están produciendo en los hábitos sociales de consumo y la transformación de la Cadena de Suministros. Si en la etapa del B2B predominaba la gestión del palé o la caja completa, el e-commerce ha situado el eje de la unidad de consumo en la unidad de manipulación.
Volcada en el B2C, la logística del presente y del futuro dependerá cada vez más de las innovaciones tecnológicas que vayan apareciendo, especialmente en aspectos como la automatización de las operaciones de almacén, el gran desafío de la intralogística. La introducción de la robótica parece ser la clave de bóveda que resolverá las demandas provocadas por un crecimiento constante del volumen de negocio y las elevadas exigencias de una clientela educada en la exigencia y en la impaciencia.
El futuro de la logística parece destinado a funcionar con estructura comercial basada en gigantescos almacenes de distribución, donde predomina una gestión deshumanizada enfocada exclusivamente en la reducción al máximo de los costes de explotación, y en la que tanto el emprendedor o el startup que contrata nuestros servicios como el cliente final están identificados solo por su pertinente un código de barras.

La pregunta es esta, ¿habría posibilidad de hacer las cosas de otra manera?
Creemos que sí, y por eso hemos creado AWIPIK, un modelo de negocio pensado desde el concepto de una logística integral realizada con alma. Nuestra visión se sustenta en la voluntad de recuperar el valor añadido que constituye la atención personalizada, con el fin de que el cliente no experimente la sensación de que se le trata como un número más, y que su pedido realmente no importa, convertido en una gota de agua más en el inmenso mar del transporte de paquetería de última milla.
En AWIPIK tenemos la firme voluntad de intentar hacer las cosas de otro modo, incluso si ello puede hacer oscilar levemente los costes al alza. Por ejemplo, queremos recuperar el contacto con el cliente desde el punto inicial de la relación comercial, convirtiéndonos en sus asesores integrales en aspectos tan variados como el naming, las campañas de marketing, los estudios sobre la competencia, el posicionamiento SEO, el diseño de su packaging, etc., yendo de esta manera mucho más allá de la oferta de ser simplemente su almacén de stock o su operador logístico.
Otro aspecto que queremos recuperar más allá de mejorar la eficiencia en la ejecución de los tiempos de entrega es la transparencia, mediante el empleo de un innovador software que permite al cliente conocer en tiempo real la ubicación de su envío dentro de la cadena de suministro, utilizando su panel de control personal.
En AWIPIK estamos convencidos de que el cliente debe descubrir que la empresa de logística se preocupa de sus peculiaridades propias y de sus necesidades concretas, teniendo la posibilidad de optar mediante el pago de una cuota mensual entre dos niveles de servicios diferenciados, Premium o Medium, pero con la seguridad de que ambos incluyen una atención integral y personalizada.
Estamos convencidos de que los clientes encontrarán en AWIPIK otra manera de hacer las cosas, con eficiencia, cercanía, rigor y transparencia. El objetivo que perseguimos al desarrollar un proyecto de logística integral diferenciado es demostrar que se puede ser eficaz sin menospreciar el factor humano, para lo cual proyectaremos en esta renovada metodología de trabajo los valores que hemos acumulado a lo largo de nuestra extensa experiencia en el sector.
Vicente Genís